Brussels Marathon, crónica

Un mes después de haber corrido mi cuarta maratón creo que va siendo hora de escribir la crónica,
aunque antes creo que es mejor resumir el plan en su segunda mitad.


Mientras que en la primera mitad todo fue bastante rodado en la segunda mitad todo fue de mal en peor. Las 8 semanas finales de plan cayeron en plenas vacaciones veraniegas y encargar los entrenamientos con las vacaciones de los niños fue muy complicado, tanto que empecé a saltarme días de entrenamiento para luego entrenar 3 o 4 días seguidos, saltándome totalmente los descansos. Empecé a notar que no recuperaba, y con razón, hasta que un día me levante con muchos dolores en la tibia, tobillo y planta del pie. Aguante las molestias dos entrenamientos y luego no me quedo más remedió que abortar una salida de 32km en el km 15. A partir de ahí 5 días de descanso y cambie series y salidas tempo por rodajes aeróbicos para castigar menos a mi dolorida pierna. Pese a todo el cardio iba cada vez mejor así que, seguía ilusionado con cumplir el objetivo. La semana de la carrera la pasé en Bruselas, haciendo turismo y bebiendo alguna que otra cerveza y donde solo pude hacer una salida para comprobar que el cardio iba perfecto, pero el tobillo y el cuadriceps llegaban tocados a la carrera.



Crónica
La carrera tiene un perfil endiablado y eso me hacía dudar sobre si ir a mi ritmo (entre 5:30 y 5:40) o fiarme de alguna liebre. Finalmente decidí seguir a la liebre de 3h:59 porque antes de la carrera vi que no iban a seguir un ritmo constante ya que con tanto sube baja es imposible.

La carrera empieza muy puntual y con una temperatura ideal, en torno a 12 grados. Para mi toda una novedad, ya que a menos de 20 grados no había corrido antes una maratón. Desde el primer momento el tobillo y el cuadriceps me molestan y así seguirían hasta el final de la carrera, nunca paso de molestia a dolor, pero si que fue de menos a más. Lo que dijeron las liebres se cumplió, lo mismo salía un kilómetro a 5:23 que otro a 5:45. Está claro que lo mejor es ir a un ritmo constante pero eso funciona en una maratón plana pero cuando el desnivel final va a salir en torno a 300m hay que tener cuido con el desgaste en las subidas (lo que gastas en la subida no lo recuperas en la bajada)

Una crónica de maratón suele estar llena de épica pero este caso nada más lejos de la realidad. Temperatura muy agradable (terminamos en torno a 18 grados) y unas liebres que se sabían el recorrido a la perfección y sabían donde aflojar y donde apretar eran un duo difícil de superar. Llegué a la media maratón bien de fuerzas y con las pulsaciones como había planeado así que todo estaba bajo control. En el 25 un molestia en la pierna derecha me empezó a mosquear ya que era molestia muy parecida a la que te da antes de que aparezca "el pinchazo". Como es lógico a partir de ahí iba muy tenzo porque un pinchazo hundiría la carrera. A partir de 21 me dieron muchas ganas de apretar y adelantar a la liebres ya que veía bien de fuerzas pero logré controlar las ganas.

Todo fue de lujo hasta el 35. En ese punto se juntaban la media maratón y la maratón. El problema es que nos juntamos con la parte lenta de la media maratón y había que ir pidiendo paso continuamente porque nosotros íbamos más rápido. En eso las liebres se portaron de maravilla porque iban gritando y pidiendo paso, pero claro, el ancho de la calle no se puede cambiar e íbamos apretados. Tanto que tropecé con el mismo chico dos veces así que, en el 40 decidí irme. De ahí hasta el final fue una locura porque no paraba de pensar en que algo iba a pasar y que iba a tirar por la borda todo el trabajo realizado hasta el momento. Finalmente no pasó nada, y cansado, pero contento crucé la meta en 3h:57:24. Un minuto después cruzaron la meta la liebres, así que esos dos kilómetros dieron para mucho.


Creo que la carrera fue prácticamente perfecta y el plan seguido, pese a los pequeños problemas, me preparó a la perfección para el ritmo que quería seguir. Otras cosas ayudaron mucho, como la temperatura, las liebres y un circuito a una vuelta son cosas que también ayudan muchísimo.



Con esto acaba la crónica de mi cuarta maratón, dos días antes de mi próxima carrera, en este caso una media maratón y donde terminaré la primera semana de plan para mi próxima maratón, que será Sevilla si todo va como debe ir...


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