¿Pero que le pasa a estos adolescentes?

La semana pasada pasó sin pena ni gloria. Sigo con a ritmos cochineros (entre 5:20-5:30), sin ninguna presión, sin ningún remordimiento, que me están sentando fenomenal. Salgo de casa, pienso una ruta (casi siempre la misma) y la hago. Realmente da igual, no hay series ni salidas tempo por lo que cualquier recorrido vale, pararme en un semáforo no me molesta, si se cruza un ciclista o un patinador da igual, o incluso me puedo permitir el lujo de parar para saludar a un amigo.

Estos ritmos tan tranquilos provocaron una anécdota bastante simpática el otro día. Me he cruzado varias veces por la Avenida de Anaga con un chico de unos 15 o 16 años. Me he fijado en él porque me ha sorprendido lo joven que es, y porque por lo que he visto hace series, tiradas tempo, e incluso me lo he tropezado algún sábado en lo que asumo que serán tiradas largas. El otro día me lo tropecé varias veces, en algunas adelantándolo yo y en otras el me adelantándome él. Es curioso porque siempre voy al mismo ritmo (para eso llevo el reloj) por lo que normalmente no me suelo picar con nadie, pero parece que estos cruces no le sentaron muy al "chaval".

Antes de comenzar la subida para volver a casa hay un semáforo en el que hay que parar casi siempre. Paré y como ese día iba medio fastidiado de la espalda empecé a estirar un poco. Luego me estire las medias y me puse a buscar alguna canción que me acompañara durante la subida de la Rambla. En esas nuestro querido chaval se paró al lado mio. Al verle le saludé y ni se molestó en devolverme el saludo, esto debería habérmelo tomado como una declaración de intensiones.

El semáforo peatona se puso en verde, y nuestro querido amigo salio disparado a lo Fernando Alonso. En nada me sacó 15 o 20 metros de ventaja, pero por delante quedaban entre 4 y 5 minutos de subida constante. Me di cuenta que estaba subiendo a buen ritmo, y pensé, ¿se estará picando conmigo?¿me estará retando? Vi que mantenía el ritmo, el mismo que el mio porque la distancia entre ambos se mantenía. Pasaban los segundos y poco a poco veía que la distancia entre nosotros se iba acortando. Miré el reloj y yo estaba subiendo al mismo ritmo, por lo que era él el que estaba perdiendo fuerza. Calculé que antes de terminar la subida lo pasaría. Seguía recortando metros poco a poco y en una de estas me di cuenta que cada cierto tiempo miraba hacia atrás, ¿en serio? Seguí con mi ritmo constante y ya el "hachazo era definitivo". En ese momento, decidí aflojar. Pensé, el chico lo ha dado todo para ganarme y ha hecho que este tramo se me pase volando, e incluso me ha hecho reir. Así que, como buena persona que soy le dejé ganar.

Justo antes de terminar la subida el chico se para, saca una llaves de su bolsillo y empieza a abrir un portal. Asumo que vivirá en ese edificio, así que al pasar al lado de él le digo, "buena subida, sigue así", a lo que él contesto, "muchas gracias, pero te gané". No pude más y rompí a reír. La risa me duró un kilómetro y medio más que me quedaba hasta casa. En fin, que sería de nuestras salidas sin estas anécdotas.

Para los amantes de los números, la semana pasada se saldó con tres salidas, una de 13km donde con mucho esfuerzo varios kilómetros salieron por debajo de 5min/km, otra de 12km a ritmos cochineros (5:32) y una salida por el monte el fin de semana de 20km. En esta última salida repetí circuito con otros amigos, y rebajamos en 20 minutos el tiempo inicial, haciendo los 20km en algo más de 2 horas (2 horas y 10 minutos y 300 metros de desnivel positivo). Eso si, el calor paso factura y a partir del 18 iba sin agua y se me hizo un poco duro terminar la salida. 45km en otra semana donde las molestias cada vez son menores aunque siguen estando lo cual me hace seguir siendo prudente,




Comentarios

  1. Vamos a ver Sergio, ¿cómo se te ocurre decirle a un corredor "sigue así"? Es un comentario paternalista que puede ser entendido como "cuando quiera te gano con la gorra". Lo que te contestó el chaval es lo que hubiera contestado yo.

    Lo peor de todo es que te lo vas a encontrar día sí y día también, o te haces colega suyo, le dices que eres maratoniano y que si quiere entrenar junto contigo y esas cosas, o vas a tener presión añadida cada vez que lo ves. Vas a empezar a hacer series pronto.

    Ayer fuí un rato al gimnasio, ví la figura más impresionante que he visto nunca en una chica. Estuve a punto también de decirle que era maratoniano y esas cosas a ver si quería entrenar conmigo :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gonzalo el comentario fue algo paternalista, teniendo en cuenta que probablemente le duplique la edad al chaval. Hoy y el jueves bajaré de nuevo a la Avenida de Anaga, y te haré caso. Voy a llevar la camiseta de la Maraton hoy la de finisher el jueves y como coincidamos en la subida de la Rambla le doy un hachazo en toda regla, para enseñarle quien manda en esa zona. Lo de entrenar juntos puede ser una idea, pero con esa juventud y las hormonas por las nubes no tardará en darme cera por todos lado.

      Por ahora las series las descarto aunque las echo de menos y del gimnasio ni hablo...

      Eliminar
    2. Eres el puto amo de la Avenida de Anaga, pero si lo vas a ver todos los días es mejor que le digas algo como:

      - Qué, ¿estás preparando alguna carrera?
      - ¿Ah, que no preparas nada? Hay muchas carreras cojonudas por ahí, yo preparo la Transvulcania, ya he hecho maratón....bla, bla.

      Eso es mejor que:

      - "Sigue así". :)

      Eliminar
    3. Por cierto, si cuando yo tenía 18-20 años me venía alguien de 30-35 y me decía "sigue así", seguro que iba a sacar las fuerzas de donde fueran para que el muy hijoputa no me ganara...:)

      Eliminar
    4. No lo veo todos los días, solo hemos coincidido un par de veces que yo sepa. Lo que me sorprende es lo pacífico que te noto. ¿Te tengo que recordar tu particular "pelea" con un banquero?... :P

      Y si, a mi con 18-20 años tampoco me hubiera ganado nadie aunque eso me costará la vida. De todas formas recordemos, que aflojé un poco porque al ritmo trotón que llevaba lo hubiera adelantado. En fin, eso me pasa por bueno...

      Eliminar
  2. ¡Jajaja! ¡Cómo suben estos críos!
    Ya veo que lo de ser maratoniano tiene muchas "aplicaciones" en la vida diaria.
    Eso sí, lo de llevar una camiseta de finisher de un maratón para entrenar es un reclamo impresionante. ;-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gemma, estos jóvenes no nos tiene respeto. A ver como se comporta el enano conmigo cuando vaya creciendo.

      A veces no queda más remedio que sacar los galones... :P

      Eliminar
  3. Me muero por una revancha Sergio! La próxima vez nada de "como buena persona que soy", piensas "como buen maratoniano que soy" y zas! Hachazo final! Que esta juventud se sube a la chepa de cualquiera, hombre :P

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Esa es la actitud Yolanda, y es lo que pasará la próxima vez que coincidamos. No habrá piedad...

      Eliminar
  4. Ya tienes un amigo para nuevas salidas...o quizás un enemigo? jejeje, yo soy más malo le hubiese pasado.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Empiezo a pensar que yo debería haber hecho lo mismo. En fin, volveremos a cruzarnos y entonces...

      Eliminar
  5. Jajajaja. El chaval te ganó Sergio, esa es la realidad. A la próxima será ;)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pues si, diga lo que yo diga en la foto finish el chaval llegó antes que yo...

      Eliminar
  6. Buena entrada Sergio!!!... la cantera viene pegando fuerte ;-)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y tan fuerte. No nos tienen ningún respecto. Lo malo es que a poco que entrenen no los veremos ni llegar y cuando reaccionemos ya estarán a 100 metros de nosotros...

      Eliminar
  7. Pelea.... pelea.... pelea.....

    jejeje

    caña Sergio, caña al chavalín.

    ResponderEliminar
  8. Eso te iba a decir yo...mejor hazte amigo que a su edad tiene mucho que mejorar y nosotros...mmm...no sé yo....un abrazo...

    ResponderEliminar
  9. Ya te vale Sergio, coincido con Gonzalo, te has buscado un enemigo :)
    Si no querías hundirlo en la miseria adelantándole en la subida (que deberías) :P al menos podrías haberle pillado e ir junto a él, como su sombra y cuando parara en el portal le habrías dicho: "¿ya estás cansado?" .... no sé, yo es que como soy muy lento me ganan todos :)

    PD: NI se te ocurra hacerte su amigo, por tu bien y tu ego, hachazo a tope la próxima vez, que este estará fardando con sus colegas!

    ResponderEliminar
  10. Ya desde jóvenes y siendo tan absurdamente competitivos (y cretinos, todo hay que decirlo). Es normal que abunden en el mundo de los "adultos"...

    Y con respecto a la camiseta:
    yo tengo varias de "finisher" de maratones y ultra-maratones en las que ni he participado (conocía a los organizadores), o sea que no hago ni caso a ese tipo de "postureo runner" tan de moda. Una camiseta no dice absolutamente nada, salvo a los que se dejen impresionar por semejante chorrada...


    Salud!

    ResponderEliminar
  11. Sinceramente, no sé que es más grande si la crónica del evento, o los comentarios al respecto.. de todo tipo y condición

    De todas formas, espero sinceramente que esto sólo sea la primera parte de "El reto de la avenida de Anaga"

    Ansioso estoy porque llegue el siguiente capítulo.

    Saludos

    ResponderEliminar
  12. Aquí lo que está claro es que a casi todo el mundo le gusta la sangre... :P

    ResponderEliminar
  13. Jajaja...Me he reído mucho con tu historieta Sergio. Yo si hubiera sido tú, habría seguido a mi ritmo y que ahí se quedara tirado...jajaja. Hay que espabilar a esta juventud, que luego no se esfuerzan por nada.

    Ahora hay mucho gallito, pero dónde está la gente con afán de superación?...Ahora con la moda de correr, todo parece una competición en vez de una bonita experiencia...ainss...No tengas piedad!!! Los grandes maestros tienen que enseñar bien a las nuevas generaciones...jajaja ;-)

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

2018 en resumen

I Binter Night Run Tenerife - Crónica

K42 Anaga Maratón - Crónica