No sin mis cuestas

Estoy de vacaciones, ese periodo de tiempo donde perdemos la rutina del día a día y donde, por lo menos a mi, me resulta casi imposible salir a correr. La rutina es buena para planificar los entrenamientos y sin ella estoy perdido. Se lo que me espera esta semana así que cualquier oportunidad es buena para meter algunos kilómetros. Mis padres tienen una pequeña casa en un pueblo de Tenerife llamado La Esperanza y que está a unos 16km de mi casa, pero donde hay que salvar una buena diferencia de altitud. Hoy quedamos todos para comer en familia así que pensé, ¿por qué no subir corriendo? Total, las salidas por Las Raíces tienen que ser más o menos igual, así que ni corto ni perezoso a las 11 de la mañana puse rumbo a casa de mis padres. El objetivo, llegar en más o menos dos horas, haciendo una parada en La Laguna, para comprar algo de agua.

Me cogió mucho más calor del que esperaba, pero en una hora ya estaba en La Laguna. Ya tenía resuelta la parte fácil de la salida, ya que era en la que menos desnivel tenía que salvar. A partir de ahí la cosa se complicaba, pero 50 minutos después, 10 antes de lo esperado llegaba a casa de mis padres, con los cuadriceps reventados, pero contento por haber conseguido semejante locura. El recorrido en números son 15.5km de subida constante donde al final acumulas 850 metros de desnivel positivo (para quien le interese el recorrido, lo puede ver en endomondo).

Sin contar esta pequeña locura la semana pasada fue bastante bien. El martes me aventuré con un 4x2000 donde la última serie fue algo agónica, y pese a todo logré mantener en todas un buen ritmo (entre 4:21 y 4:23). La siguiente salida fue el jueves y combiné la salida tempo con la tirada larga, así que me hice 18km en algo más de 1:31, quedando la media de la salida en 5min/km. Tanto la salida del martes como la del jueves, terminaron con la subida a mi casa, por lo que la salida del jueves fue todo un éxito, ya que hice esa subida a fondo con algo más de 16km en las patas.

El sábado volví al monte. Esta vez toco luchar contra el frío (me bajé del coche a 10 grados) y contra el viento. La salida salió algo más corta de lo que había visto en wikiloc y terminé bastante tocado de la espalda y del gemelo, pero volví a acumular 20km y un buen desnivel (en torno a los 550 metros).

Veremos como puedo encajar el resto de entrenamientos esta semana y que será la última de este tipo de entrenamiento tan "salvajes", ya que la semana que viene entro en el tapering (por decirlo de alguna manera) de cara a la Media de Las Galletas y el Trail de Buenavista.