I Binter Night Run Tenerife - Crónica


Llevaba inscrito en la carrera meses y pese a que la tenía apunta en el calendario no fuí consiente de la carrera hasta la semana de la misma. Básicamente no cambié nada de la rutina que estoy siguiendo y que algún día explicaré. Hice una prueba de ritmos el martes (rodar 5km por debajo de 5 el km) y salida tranquila el miercoles para comprobar el recorrido y a descansar dos días.

El sábado es un locura, todo el día fuera de casa con los enanos y sus amigos, comida en el KFC haciendo de coche escoba para que todas las bandejas quedaran vacías y luego tostada al sol viendo a los enanos jugar. A las 8 llego a casa me cambio y bajo caminando a la carrera.


Casi a las 9:15 entro en el cajón 2 (entre 41 y 50 minutos) y dado que objetivo es ir a 5, me pongo al final. He de reconocer que es la primera vez en la que los cajones se respetan, tanto, que no me dejaron entrar en el cajón 3. Empieza la carrera y todo el mundo sale disparado. Lo bueno de salir en tu sitio es que en 100 metros ya puedes ir a tu ritmo sin necesidad de adelantar gente como un loco. Pasa el primer kilómetro y veo que voy lanzado, aflojo un poco, aunque no lo suficiente. Voy por debajo de 4:40 y se que a ese ritmo voy a petar fijo. Decido seguir y petar cuando sea, hace tiempo que no voy a esos ritmos y decido aprovechar la situación.

En los tres siguientes kilómetros sigo más o menos igual. La carrera es a dos vueltas y al terminar la primera vuelta hay un avituallamiento. No necesito beber agua, pero como me conozco se que más adelante me dará sed, así que decido beber algo. A ese ritmo se que pasará, y pasa. Me da una pájara porque el agua me cae como una bomba, aunque recupero rápido y sigo igual.

Llegamos al 8 y ya cuesta seguir el ritmo, así que toca apretar un poco y seguir. Voy cansado pero no me puedo quejar y así sin mucha más historia llego a meta en 47:28 por mi reloj. Según la organización, tiempo bruto 47:24 y tiempo neto 47:13. Tiempo muchísimo mejor de lo esperado que era estar en torno a 50 minutos. Lo mejor de todo no es el tiempo, sino las sensaciones. Pocas molestias y nada de agujetas al día siguiente, día en el que aproveche para hacer 10km y seguir con mi rutina de 40km semanales.


De los servicios post-carrera poco que decir ya que nada más terminar puse rumbo a casa. De resto, retirada rápida de dorsal, excelente bolsa de corredor y gestión impecable de los cajones. Otro detalle es que revisaban los dorsales con luz ultravioleta para evitar fotocopias y similares. Así que, carrera 100% recomendable y en la que espero estar el año que viene, eso si, algo cara para mi gusto, pero oye, tampoco es obligación correrla si te parece cara.

Lo curioso, aunque es algo más que documentado, es que hasta ahora mis entrenamientos se han basado en un 70% en aeróbico para recuperar la forma. Le he prestado muy poca atención a las salidas tempo o las series y sin embargo prácticamente me he hecho mi mejor 10K. Y en poco más de dos semanas entramos en el plan de la maratón, una vez más buscando el sub 4 horas y del que espero hablar en las próximas semanas.

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